El exceso de ruido en el que vivimos, las grandes ciudades o los trabajos ruidosos nos han obligado a acostumbrar nuestros oídos a volúmenes excesivos.
Las consecuencias de la contaminación acústica son evidentes: cuando pasan los años, comienzan los síntomas de pérdida auditiva y debemos ponernos en manos de profesionales para determinar la causa de la pérdida de audición o incluso de la sordera.
Es habitual retrasar el momento de hablar con un especialista porque muchos de nosotros somos reacios a admitir que algo está mal en nuestros oídos.
Hasta el momento de admitir y aceptar que sufrimos hipoacusia o pérdida auditiva pasan habitualmente estas 5 etapas:
Justo al principio nos cuesta admitir que estamos perdiendo audición y nos ponemos excusas del tipo: “Los demás hablan muy bajito”, “yo no necesito audífonos, eso es para la gente mayor”. Tendemos a echar balones fuera y a poner la responsabilidad de nuestra pérdida en terceras personas.
Cuando nos damos cuenta de que los demás no son el problema, tendemos a enfadarnos con nosotros mismos. ¿Por qué no puedo escuchar en condiciones? ¿Por qué siento que tengo que estar preguntando constantemente a los demás que repitan lo que han dicho para poder enterarme?
Nos frustra la idea de que los demás escuchen bien y nos sentimos desgraciados porque no es nuestro caso. Esto suele derivar en un alejamiento a los demás y una sensación de miedo al rechazo.
Pasado el tiempo, comenzamos a reconocer ante nosotros mismos y ante los demás nuestros problemas auditivos, aunque no del todo. Somos conscientes de que no escuchamos al 100% pero tampoco consideramos que estemos necesitando ni audífonos ni ayuda profesional específica para nuestro problema.
Lamentablemente esta etapa llega si la persona que no oye correctamente no busca ningún tipo de ayuda. La realidad es que los problemas auditivos acaban afectando psicológicamente a quien los padece y en casos graves puede derivar en una depresión debido a la carga emocional de tristeza.
Si la persona que está padeciendo problemas auditivos logra identificar que este problema le está afectando a su día a día y reúne la fuerza para pedir ayuda profesional, la situación mejorará palpablemente. Buscar soluciones y aceptar la pérdida auditiva es fundamental para recuperar la confianza en uno mismo y vivir mejor dentro de esta nueva realidad.
La detección temprana de los problemas de auditivos ofrece soluciones muy satisfactorias para quien los sufre y la mayoría de las personas encuentran tratamientos muy efectivos para sus dolencias.
Si necesitas ayuda y asesoramiento para realizarte exámenes auditivos de manera gratuita o necesitas subvenciones para adquirir audífonos, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.
La Fundación de Ayuda a la Audición utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si pulsa ACEPTAR está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies.
ACEPTAR
1 Comment
Que bueno encontrar frases sobre este tema … me están pasando yo creo que las tres al tiempo después de irme dando cuenta que por 7 años fui perdiendo poco a poco la audición y mi oído derecho es el más afectado. Se que vendrá la aceptación por que ya estoy apoyándome de profesionales, iniciando exámenes pero lo duro es ver que te afecta tú día a día y aceptarlo.